2 de enero de 2007
Los símbolos de la medicina
La ofiomancia, era el arte de adivinar por medio de la observación del movimiento de las serpientes. Aún desde antes de Eva, la serpiente ha desempeñado un papel de importancia en todas las mitologías. A veces ha simbolizado la sabiduría y a veces la maldad o la astucia. Se enrosca en el caduceo de Mercurio y en la vara de Esculapio. Es devorada por un águila en la mitología azteca.
Observando la sinuosidad de su deslizamiento los sacerdotes podían predecir el porvenir.
Esculapio: Dios de la Medicina, fue hijo de Apolo y de Coronis. Nació en el monte Titeo y una cabra lo alimentó con su leche a la vez que un perro fue a echarse a su lado. Cuando el pastor vio al niño, se dio cuenta de la aureola que lo rodeaba y lo adoró al igual que los demás pastores. El Centauro Quirón se encargó de educarlo, en Tesalia. Con el Centauro aprendió a conocer las hierbas que curan y las que matan y aprendió también a pronunciar los ensalmos que alejan las enfermedades y las dolencias. Pronto el discípulo superó al maestro pues llegó hasta a resucitar a los muertos. Revivió a Glauco, a Acapaneo, a Tíndaro y a Hipólito. Entonces se alarmó Plutón, dios supremo en el Reino de los Muertos y rogó a Júpiter que aniquilara a Esculapio. Así lo hizo El Tonante mandándole uno de sus rayos. Entonces Apolo, que nada podía contra Júpiter, aniquiló con sus flechas a los Cíclopes que habían forjado el rayo. Esculapio fue llevado al cielo y se convirtió en la constelación de La Serpiente.
Mercurio (Hermes): Hijo de Júpiter y de la Ninfa Maya, llamado Hermes por los griegos, fue el Dios del comercio, de la elocuencia y de los ladrones. Conducía las almas al Infierno y llevaba los mensajes a Júpiter. Como plenipotenciario del Olimpo estaba presente en todos los tratados de paz que concertaban los hombres, daba inspiración a los oradores y protegía por igual a viajeros, mercaderes y ladrones. Se le representaba en ocasiones con una bolsa en la mano izquierda y un ramo de olivo en la derecha (ganancia por la paz), pero una de las formas más populares ha sido la del mercurio alado con petaso –gorro alado-, caduceo y taloneras también aladas.
La serpiente ha sido venerada y odiada, por ejemplo en el caduceo de Mercurio una serpiente representa el Bien y la otra el Mal, una el veneno y la otra el antídoto. La vara de Esculapio se encuentra en medio de la estrella de la vida o la cruz verda, pero ésta sólo posee una serpiente aunque su significado sigue siendo el mismo: la dualidad de la serpiente como veneno y antídoto.
Los ofitas adoraban la serpiente porque ella había sido quien abrió los ojos del Hombre y la Mujer a la realidad, distinguir entre el Bien y el Mal y manifestar su libre albedrío.
Para los cristianos significa el Mal; Satanás, que disfrazado, tienta a Eva y ésta convence a Adán de pecar, comiendo del fruto prohibido; a esto le llaman el Pecado Original y sostienen que todos tenemos esa mancha desde el nacimiento y que sólo puede ser borrada por el Bautismo.
De cualquier modo la serpiente es un animal mágico, bello pero aterrador a la vez, además de que su condición de moverse arrastrándose no la hace demasiado atractiva. Es enigmática, mágica y así ha sido en muchas culturas, no hay que olvidar las serpientes "encantadas" en la India, o la serpiente que es devorada por el águila en el Escudo Nacional Mexicano. La Serpiente significa en todo caso lo mismo que un fármaco, como lo dijo Paracelso: “Todas las sustancias son veneno, la diferencia está en la dosis”.
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