Durante estos días se siente algo diferente en el ambiente. El humor cambia y las cosas se piensan un poco más. Tal vez influyan las vacaciones, el frío, el día más corto y desempolvar los recuerdos.
Estaba yo recordando los viejos tiempos cuando recibí una llamada de Andrés para reunirnos a jugar póker, aunque las barajas sólo fueron un pretexto. Y en casa tuve una cena navideña con mis padres, un chocolate caliente y un pan chpeadito. Una vez más comprobé el dicho "La familia no se escoge, los amigos sí". Esta foto contiene a mis mejores amigos (sólo faltan tres que no están aquí).
Ahora que todo es diferente, que los problemas pesan y la vida continúa, entiendo que compatir mi vida con gente que estimo de verdad es un gran regalo. Es imposible creer en santa claus y los reyes magos, es difícil creer en el dios que según los hombres te condena, viene a salvarte y al final te condena nuevamente. Yo sólo creo en el Hombre que intentó enseñarnos a amar, muriendo por y para ello.
3 comentarios:
Buena foto eran unos pequeños jaja
Yo antes sentía "eso", había un cierto olor en el aire, los días se veían diferentes, no sé...ahora no siento eso.
Indeed, los amigos se escogen pero también creo que son familia de algún modo. Interesante reflexión Sr. Farías. Pensar, recordar y reflexionar son cosas que llegan en días como estos de una forma extraña...
Viejos tiempos...
Esa foto ¿dónde fue?, por ahí se ve también al güagüis.
fue bueno verte Efra, aunque borroso...
Esta foto es del campamento del Iztaccíhuatl en donde casi te matas. Estuvo muy chido verte, verlos a todos, ojalá lo del camping se concrete. SAaludos a la familia. Feliz 2007
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