No se quema mi aliento más;
con una fina brisa salada se abren
corazón y pulmonaes a caricias aéreas
que alegran el alma antes atormentada.
No escucho demasiado el pasado,
lo olvido para no sufrir de más,
para no extrañar, para no temer.
Prefiero sentir y soñar
que mañana el árbol de la vida
y los alebrijes serán verdad,
que mi mundo un retrato de mis anhelos será.
Que conmigo ella estará
y nunca de mi lado se irá.
Iqui Balam
Sept 2009-Abril 2010